martes, 14 de septiembre de 2010

un amigo

Tengo un amigo Ayer, lo pasamos de fábula, porque como soy tan loca, intenté una maniobra por mi cuenta y casi me estampo contra el muro. Entonces, mi amigo me agarró del sillín y corrió conmigo: “eso es, eso es”, me decía, y yo sentí que me elevaba en el aire. Cuando se fue, estuve practicando un rato y me parecía que él seguía allí, a mi lado, alentándome a seguir y recordándome que puedo conseguir todo aquello que me proponga. Qué curioso, a veces pienso que los amigos son como los ángeles; pero mi amigo más. 

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